El viernes, la Policía Local junto a efectivxs de la Bonaerense demostraron que están dispuestos a seguir reproduciendo sus peores prácticas. Esta vez, ante supuestas denuncias vecinales levantaron un puesto de información sobre marihuana, detuvieron violentamente a dos integrantes de la Cofradía Cannabica y a otro pibe que cuestionó el accionar policial.
Los hechos ocurrieron en la Plaza Rivadavia frente al Palacio Municipal, una tarde primaveral con muchxs bahienses en la calle y fue registrado en video por varios celulares. El primer gran papelón de la flamante fuerza local incluyó tres detenciones abusivas y sin delito que reprochar a quienes las padecieron, una desproporcionada participación de uniformadxs, una alta dosis de prejuicios y otras violencias e irregularidades en la Comisaría Primera y los calabozos de Fiscalía.
La versión policial comenzó imputando venta de marihuana, siguió por resistencia a la autoridad y terminó en una infracción por no tener permiso para ubicarse en la plaza. A la Fiscalía no le dio ni para tomarles declaración. Los pibes fueron liberados el sábado a la mañana.
“El viernes estuvimos desde las cinco en la plaza, no pasó una hora que ya la Policía Local empezó a hablar conmigo. Al principio un poco mal, que estábamos vendiendo marihuana, me tomé diez minutos para explicarles qué es lo que hacemos, que repartimos información con total respeto porque es algo que nadie habla, nadie se ocupa y nosotros quedamos en el medio. Nos tocó la triste realidad de tener el abuso policial y acá estamos”, dijo Cristian.
Julián recordó que “estaba filmando cómo le sacan las cosas a los chicos, la sargento los revisa, cosa que no se puede hacer. Estaba filmando tranquilo, se da vuelta la sargento, me dice ‘sabés qué, traé los ganchos’. Yo fui el primer detenido. Fue un momento muy feo, no me resistí ni nada, me agarraron cuatro policías”.
Sobre el tercer detenido, Georgina comentó que “hay una oficial que dice ‘ustedes están vendiendo marihuana y después los chicos van y roban’. El chico ese que pasó dijo ‘no, usted está muy equivocada’. Ahí fue que la policía lo agarró. Fue lo único que dijo y lo dijo bien, ni siquiera gritando, tranquilo”. Cristian agregó que el adolescente tuvo un ataque de pánico, que le faltaba el aire y terminó con un chichón en la cabeza.
Relató que “cuando llegamos a la comisaría, las primeras cuatro o cinco horas fueron totalmente incomunicados, sin un vaso de agua pidiendo diez veces, nada. El compañero Julián, viene un civil, le empieza a tomar datos, le saca fotos, lo quiere desnudar, dice ‘ponélo totalmente desnudo, le vamos a sacar fotos a ver qué tiene, si tiene más droga’. Tratándonos como criminales”.
“Pará, lo tiene que revisar un médico”, dijo Cristian. “Vos cerrá el culo”, le respondió el policía de civil, “ya sabés cómo es, ahora estás acá pero podés ir al otro calabozo, el de los homicidas y lo demás”.
Sostuvo que “el de la Policía Local estaba siguiendo la situación. Al principio fue algo muy feo porque ellos tampoco sabían cómo proceder, eran discusiones cada vez que nos llevaban, después de que yo pedí eso, porque nosotros repartimos el manual del detenido, estamos informados, no es que hacer esto es fumar marihuana porque es a lo que menos apuntamos”.
“Estamos muy informados y tratamos de hacer encuentros para estar más unidos y que esto no pase más, la impunidad hoy en día está cada vez más tapada, la democracia a veces se va al carajo”, manifestó Cristian.
Luego de más de doce horas de detención, el sábado a la mañana fueron trasladados a la Fiscalía. “No pasó nada, estuvimos presos en la celda con dos personas más, había una sola celda con candado, uno estaba con esposas dentro de la celda”.
“Después de las cinco horas, que a mí me acusan por infringir la Ley 27.737 y por resistencia a la autoridad, después de la difusión de los videos, dejaban la puerta abierta sin querer y escuchábamos que se les estaba yendo la situación de las manos”, afirmó.
Por su parte, el concejal Raúl Ayude, quien intervino para acercar a la comisaría a fiscales y defensores oficiales, declaró que “acá estaba la Policía Local pero los que guiaban eran policías de la provincia de Buenos Aires. Más allá del período de formación, hay prácticas que son las que terminan formando en la calle al policía, me parece que eso es lo complejo”.
“Si esto sucedió a las seis de la tarde un viernes con mucha gente filmando a plena luz del día en la Plaza Rivadavia, imagináte lo que debe ser Nocito, Maldonado, Stella Maris, 9 de Noviembre, lugares donde no hay testigos, donde la suposición de que un persona puede estar cometiendo un delito hace actuar sobre jóvenes por ser sospechosos. Yo pensaba, ser joven ya es complicado, ser joven y negro es una complicación y ser joven y tener rastas es otra complicación. Creo que sobre eso hay que actuar en función de que se actúe con justicia, que en el fondo se ataquen verdaderos delitos. Ahí creo que entronca con el trabajo de los chicos que quieren que no haya abuso policial ni estigmatización de cosas que no están penadas por la ley”, concluyó.